Entremedio de mucha incertidumbre, el herraduro comenzó la temporada reciente con un objetivo claro, no pasar las penurias del pasado torneo, donde por una avivada dirigencial, sumado a una resurrección futbolística conducido por gente de la casa, mantuvimos la categoría.
Llegaron
jugadores nuevos, algunos veteranos y de cierto renombre como Gamadiel
García y sobre todo me atrevo a decir, el verdadero protagonista
de la temporada, Luis Fredes y su cuerpo técnico.
El sistema
de campeonato se modifico en la mansión siniestra, y recuerdo que llegue al
partido inaugural en Cauquenes contra el local recién ascendido, prácticamente
sin conocer a los jugadores, ni al DT,
ni a su sistema de juego y a que jugaríamos este campeonato. Lo único que sabía
de él, es lo que habló en la presentación,
donde no dejo claro cómo iba a jugar el equipo. Colchagua gano 1-0,
mostrando no mucho fútbol (la cancha malísima), pero si con mucho coraje y
físico. Mi primera impresión del equipo al estilo Fredes, fue de un equipo aguerrido, atacando con pelotazos y
contras, pero pensé que así se jugó por el estado de la cancha. La fecha
siguiente vino el primer clásico (de local), donde se perdió sobre el final,
pero la forma de jugar fue similar a lo que había visto el partido anterior.
Transcurrieron
los partidos de la fase zonal, el estilo era similar, la propuesta del técnico
era con una defensa bien parada con línea de 4 donde consolidó a Daniel Silva
como lateral derecho improvisado, Lukas Riffo y Claudio Muñoz como pareja de
centrales, y Michael Silva como lateral izquierdo, que era único que a veces llegaba a línea de fondo. A eso
se le sumaba el generoso despliegue del primer capitán J.P. Carrasco, el cual fue desvinculado por
jugar en el fútbol amateur. En ataque comenzaron a sonar David Villegas, Gamadiel, Aholie. Ganamos
partidos de local y de visita, los resultados fueron irregulares, pero la línea
era similar. Se terminó peleando puestos de avanzada en la fase zonal, pero el
archirrival dominó. Así y todo, hasta la copa Greenvic, (donde sabemos que se
jugó y gano mano a mano con rivales vecinos de primera B), los hinchas le
veíamos “algo” al equipo para pelear el ascenso.
La fase
nacional comenzó irregular también, con empates, derrotas como local y un triunfo después de la copa sobre Pencachea, que finalmente ascendió. Poco
tiempo después, un altercado entre Claudio Muñoz, pieza clave y capitán en ese
entonces y el preparador físico,
desembocó en la salida de Muñoz del plantel.
En mi perspectiva, este episodio golpeó el funcionamiento del equipo,
comenzó la rotación de esquemas y jugadores por parte de Fredes y la
irregularidad acrecentó la inseguridad incluso hasta de los hinchas, que no
sabíamos que nos íbamos a encontrar partido a partido. También irrumpió uno de
los últimos ídolos del club, Carlos Pérez, que hace 5 meses que ni siquiera
entrenaba, sin requerimiento del entrenador, pero sí de la gente, esos 300 que
no fallamos.
La
irregularidad e improvisación del técnico (a veces por escasez de variantes,
entre suspendidos y lesionados) hizo que nuestro equipo deambulara en el
campeonato, donde los hitos claves fueron los 2 últimos triunfos ante el Chanta, sobre todo el 0-2 en el
gallinero, donde los locales quedaron con tragedia. Tanto así, que nuestra
hinchada fue apedreada maleteramente por la porra local.
Terminamos
en el sexto lugar, en la medianía de la tabla, donde la dirigencia comenta que
el objetivo trazado a comienzo de año se
cumplió, este era solo mantener la categoría, y donde uds saben lo que
significa económicamente subir, ante el blindaje de los chantitas de la torta repartida por el “ce-de-mé”
ahí en la mansión siniestra.
Mi opinión
como un hincha cualquiera para la próxima temporada, es que se traiga a un
nuevo DT (Fredes se peleó hasta con su propio staff y quedó solo), que se
queden algunos jugadores, destaco a Fernando Burgos, Daniel Silva, Mauricio
Iturra, Carlos Pérez, David Villegas, Frank Aholie y también a Gamadiel García, que por último,
no la rompió, pero si es un aporte al club en todo ámbito. Eso sí, en la
mansión se volvió a cambiar el sistema de campeonato y reglamento.
Ahora
tendremos divisiones inferiores, lo cual me parece genial, porque eso ayudará a
la identificación, al sentimiento por los colores, a darle proteína a un sueño
que no se si otros lo tendrán, que el plantel sea conformado por mayoría de
jugadores de la ciudad o de la zona y así, llevarlo a lo más alto del fútbol
mundial y a pesar de todo, sean quienes sean los jugadores dirigentes y
técnico, idea futbolística y otras tantas cosas que rodean al fútbol, los
verdaderos hinchas del chagua te seguiremos amando.
Gonzalo Morales Del Rio.
AGUANTE HERRADURO!
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